La vida transcurre por un camino largo, o corto, generalmente, siempre vamos caminando hacia adelante, despacio, de prisa, pero no sabemos cuánto se terminará el camino.
Vemos a ambos lados, varias parcelas. En ellas está nuestro destino. Unos en un lado, otros en el otro, vamos dejando muestras semillas, porque detrás vienen los otros para recoger la cosecha, y dejan nuevas semillas después de recoger la cosecha.
A medida que vamos caminando, nos damos cuenta que la cosecha no fue buena, si la cosecha no es buena, no son buenas las semillas, en ambos lados pasa lo mismo, y seguimos caminando, no podemos volver a empezar el camino.
¿Se podía haber evitado? No, rotundo.
Salud, paz y amor.
Vicente de casa Salvador.
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