LA "INFAME" FAMILIA DE LA TELE

                                

Ya tienen un motivo más, está vez con toda la razón. Es que se lo ponen en bandeja de plata, está vez de oro, para cargar contra Pedro Sánchez.

  No sé qué pensar, quién fue la cabeza que decidió poner en pantalla semejante programa, manda huevos, y las personas licenciadas sin trabajo. No sé quién lo dijo antes de estrenar el, no sé cómo llamarle. Decía este personaje que Belén Esteban es un animal televisivo. Yo cuando lo leí, no sé a qué se refería, racional, irracional, a saber, que quede claro que esta señora no tiene la culpa, para nada. La culpa, es mi opinión, de a los que nos están tomando el pelo, también llamados tontos con carnet, y así estamos.

  Por poner un ejemplo, “¿Que me pasa doctor?”, la mayoría no tenéis ni idea a lo que me refiero, pero era un programa de televisión que ponían los domingos a las nueve menos cuatro de la mañana, lo mejor que yo vi en televisión. Otra vez, manda huevos, a las nueve menos cuarto de la mañana del domingo, esto no tiene solución. Lo que todavía no vi fue protestar al PP, que sabía que iba a salir en antena en la primera de televisión española este programa, antes le llamaban, telebasura, y para terminar voy a escribir una anécdota.

  Yo estuve diez días ingresado en el hospital de Jove, en Gijón. En las cárceles, los delincuentes tienen la televisión gratis, los enfermos en los hospitales la tenemos que pagar, yo no quise ver la televisión. Un día mi hijo, que iba todos los días a verme, me dijo, “papá, ¿porque no ves la tele?”, “porque hay que pagar”. Sin decirme nada, fue al mostrador y me trajo una tarjeta de cinco euros para ver la televisión, y puso la tele. Cuando llegó a casa lo hablo con mi nuera, ahí están los dos. Me llamo mi nuera y me dijo, con toda la buena intención, “cuando no quieras ver la televisión, saca la tarjeta y la dejas en la mesita para que no se gaste el dinero”, dicho y hecho. Al día siguiente, cuando llegó mi hijo, yo no había metido la tarjeta, poco había consumido, y dice mi hijo, “voy a meter la tarjeta para que puedas ver la tele un rato”. Y sorpresa, que ingenuos, sabiendo de sobra donde vivimos, quedan solo 4 minutos de televisión en la tarjeta, pues se había consumido igual que si estuviera viendo la tele, así estamos, santo remedio.

  Al día siguiente fui al mostrador, les hice una sugerencia después de denunciar lo de la tarjeta, “¿porque no ponéis un televisión en la salita de al lado?”, y no tardaron ni una hora en poner la televisión en la salita, más de 30 pulgadas de televisión, genial, ¡y gratis!, cuando acabe de comer y de descansar un poco, fui a la salita a ver la televisión y sorpresa, estaba llena de señoras, algunas en silla de ruedas con sus familiares viendo a Belén Esteban, manda huevos, volví para la habitación muy contento, porque había ayudado a conseguir algo muy importante para aquellas y aquellos enfermos. Y yo, como todos los días, a leer una novela, “Como un saco de huesos”, de Stephen King, creo que es así como se escribe, porque no tengo ni idea de inglés, pero si sacaba sobresaliente en historia sagrada y religión, ahí queda eso.

Salud, paz y amor.

 

Vicente de casa Salvador.

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