LA DESPEDIDA DE MILIO

                             

Hoy es un día muy importante para Cerredo. No tiene nada que ver que sea mi cuñado. Es la despedida laboral de Milio, de casa Jaime, poco se necesita para reconocer la trayectoria de Milio.

 Así lo defino, como gran profesional, trabajar, trabajar, y trabajar.

  Como persona, se queda para mí, pues a nadie le voy a dar la oportunidad de hacer ningún comentario. El, y yo, yo, y el, nos conocemos bien y nos respetamos.

  Milio, te deseo lo mejor en el resto de tu, espero que larga vida, te lo mereces.

   Fue un placer compartir contigo mi vida.

   Esto para ti, Milio:

 

  Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida.

   Porque nunca me diste esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.

  Porque veo el final de mi rudo camino, que yo fui arquitecto de mi propio destino.

   Que, si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.

   Cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

  Cierto, a mis lozanías, va a seguir el invierno.

  Más tú no me dijiste que mayo fuese eterno.

   Halle sin duda largas, las noches de mis penas.

   Más no me prometiste, tan sólo noches buenas.

  Y en cambio tuve algunas, santamente serenas.

  Amé, fui amado, el sol acaricio mi faz.

 ¡Vida, nada me debes!

 ¡Vida, estamos en paz!

    El poema es de Armando Nervo.

Salud, paz y amor.

 

Vicente de casa Salvador.

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