“Buenos días. ¿es el juzgado de guardia?”
“Ha contactado, usted con el juzgado de guardia, si tiene cita previa, marque el uno, si la dejo su marido, marque el dos, para otro tipo de trámites, espere y enseguida la atenderá un agente. Le recuerdo que puede usted entrar en nuestra página web, www.incautos.tam, si no manténgase a la espera… ¡Tan, tan, tatachan!, nuestros agentes están ocupados, pronto será atendida, le recordamos que puede usted hacer su reclamación en nuestra página web, www.incautos.tam...¡lara, la, la la!, todos nuestros agentes están ocupados, manténgase a la espera, le recordamos que puede tomar un café tranquilamente… ¡tararí, que te vi!, todos nuestros agentes están ocupados, llamé usted dentro de unos días, gracias por su colaboración”.
-“Será posible, la puñetera pandemia, nos van a volver locos, ¡voy a ver a mi amiga!”.
-“Hola corazón, ¿qué tal la nueva vida?, estarás contenta, que hombre, ya quedan pocos, que suerte tuviste, cuenta, cuenta”.
-“Soy tan feliz… me pude escapar una hora, más o menos, por nada del mundo quiero perder tu amistad. De momento todo bien, si yo te contara…”
-”¿Qué tal en el parador?
-“De los mejores, genial, todo bien, tenía contratada la Suite Nupcial, te lo puedes imaginar”
-“Como me alegro, ya era hora, lo merecías, toda la vida trabajando, me alegro, a ver si un día vienes con más tiempo y hablamos”
-“Es complicado, me cambio mucho la vida, pero tranquila, no te voy a olvidar.
-“Ja, no vuelvo más, seguro que se va a enterar, ¡las paredes hablan!”.
-“Tengo que pensar, esto no va a quedar así, y yo, pendiente del móvil”
-“Ten cuidado, no contestes a nadie”
-“Y ahora que recuerdo, la página web del juzgado, www.incautos.tan....”
-“Estaré soñando”.
Vicente de casa Salvador.
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