Señora Belarmina Díaz, tiene que aclarar de donde sale el dinero para las subvenciones, también tiene que aclarar, porque después de cobrar las subvenciones, vuelven a abrir otra empresa, ¿esa es la forma de gobernar?
Barra libre para los de siempre, ¿y qué pasa?, pues ahí lo tiene, 5 personas muerta. Tranquilos, no va a pasar nada y así llevamos, tanto yo como los demás, toda la vida. Y lo que falta, accidentes de trenes, del metro de Valencia, la gota fría y, que yo sepa, (ya van dos), un camping, creo que en Biescas, que estaba en el canal de un río, la naturaleza, y muchos más, los accidentes en las carreteras, los motoristas.
“Vamos a tomar medidas”, y llevamos toda la vida esperando por las medidas.
Voy a poner un ejemplo. Me acabo de acordar que, hace años que veo a las personas de los pueblos, los más aislados, pidiendo por favor tienen que arreglar la carretera. No hace mucho cayó un argayo en la carretera de Degaña. Ibias quedó cerrada, salieron unas declaraciones del presidente del Principado y se aprobaron, más o menos, 250.000 euros para abrir carril para poder pasar. Pocos días después, salieron otras declaraciones, también del mismo presidente, se aprobaron 1.250.000 euros para la academia de la llingua, ahí están, a lo que iba.
La calle Uría de Oviedo, yo lo vi, estaba bien, como no va estar bien la calle Uría de Oviedo.
Pues le echaron una capa de asfalto porque era el día de América en Oviedo, San Mateo.
En febrero, eso me dijeron, tenían que hacerme una revisión de la uretra, estamos en abril, tuve que ir a atención al paciente, manda, huevos. Paciente y tanto que paciente, lo mismo me pasa con la revisión de la vista, paciencia, paciente, paciencia, Vicente.
Yo creo que los candidatos, los que siempre son los mejores, los más democráticos, no deberían de haberse presentado a ningunas elecciones, ahí están los resultados.
Me apetecía escribir de la televisión pública del Principado, no escribo porque no es pública, es de cuatro amigos.
Y volveré a votar, lo malo, lo peor, ya lo conozco, siempre respeto a las personas que votan con libertad, siempre asumí los resultados de las urnas, nunca le dije a nadie, ni a mis hijos, ni a mí nieto. Ahí están, a quien tenían que votar, en las últimas elecciones, mi prima desde Buenos Aires me preguntó, tienen doble nacionalidad, “Vicente dime a quién voto”. Allí solo había dos partidos, querida prima, “yo no te voy a decir blanco o negro, tú verás, si no lo tienes claro, tira una moneda al aire”. Y tiro la moneda, no me dijo de que parte calló.
Salud paz y amor.
Vicente de casa Salvador.
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