DE NO USARLAS, SE OXIDAN LAS CUERDAS VOCALES

                               

Yo suelo viajar mucho en tren, tiene una explicación, primero que es “gratis", pero no del todo. La ingeniería económica, así la llaman los expertos, te dice que en diciembre tienes que sacar un bono, te cuesta diez euros, vale para cuatro meses. En abril tienes que renovarlo para otros cuatro meses. Una vez sacado el segundo bono, te devuelven los primeros diez euros, y así hasta diciembre. ¿Cuántos millones de euros están trabajando durante cuatro meses? Eso no es para mí, se lo dejo para mí primo que es, lo que decía antes, un experto.

   Al grano, que pena, rara vez puedes hablar con tus compañeros de asiento. Normalmente cuatro asientos juntos, simétricos, desde mi punto de vista, es lo ideal para hablar y mirarse a los ojos. Sea quién sea. Ayer me di cuenta, mis tres compañeros de viaje, los tres con el móvil, y miré para atrás y miré para adelante y más de lo mismo, pero no todos. Me dio por pensar que sería bueno empezar, por parte de las autoridades, a poner en los asientos, “asientos de móvil”, o “asientos de tertulia”. Lo mismo, más o menos, como en las carreteras las jorobas de camellos, o en los semáforos, verde, ámbar y rojo, que, según el código de circulación, verde puedes pasar, ámbar preparados para parar, y rojo parar. Una vez que ya tienes el permiso de conducir, cambiamos el código nosotros mismos, todos, autobuses, taxis, y demás. Verde, podemos pasar, ámbar, preparados para acelerar, y rojo, como diría un buen gallego, depende, varias veces pasamos en rojo.

    Que no hay manera, por eso las jorobas de camello, ahí no hay nada que hacer, o pasas despacio, o vas al taller, como decía mi madre: “Vicente, escueche”.

Escueche en bable de Cerredo, es escoge. No figura en la llingua de Asturias, se puede debatir sin problema.

  Gracias.

Salud, paz y amor.

 

Vicente de casa Salvador.

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