Nos veremos en la pena rubia.
Se paró el tiempo
Tú y yo, empezaremos un paseo, un paseo romántico. Sobran las palabras, nos miramos a los ojos, y comenzamos el paseo, cogidos de las manos, llegamos al río Baqueiro. Si vemos el agua, haremos un vaso con muestras manos, beberemos agua, agua transparente, testigo de nuestro amor.
Se paró el tiempo.
Seguiremos subiendo, llegaremos al Chagunacho, nos sentaremos a comer algo. Abrimos la fardela, un cacho de pan y cecina, y de postre unas moras que habíamos cogido en el camino. Vemos la Pena Blanca, que hermosa, y seguimos.
Se paró el tiempo.
No tenemos prisa, estamos solos en el mundo, escuchamos los pájaros, el sonido del viento, cogidos de la mano. Nos miramos, y seguimos subiendo. Llegamos al Picón, vemos la laguna, se está poniendo el sol, regresamos al punto de partida, ni una palabra, no hacía falta, nos miramos otra vez, y solo vemos paz.
Todo lo demás, era amor.
A pesar de todo, la vida es hermosa.
Vicente de casa Salvador

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