UN TERMINO MEDIO

                                   

Estos días se habla mucho de armamento, y poco de enseñanza.

   Es un tema complicado, y muy aburrido, mejor escribir de algo interesante, es mi opinión.

   Yo tengo una amiga, una buena amiga. Me dice, “yo quisiera tener un arma, una pistola”, a lo que yo le contesto, “yo no, yo prefiero tener una mochila con unos plátanos, almendras, chocolate y agua”, y dar un paseo romántico con ella, en plena naturaleza, por una senda donde escuchas el canto de los pájaros, el rugir del agua de un río que no ves. Todo junto parece una melodía que nadie sabe componer, hablar de poesía, de música, y estar hasta que se ponga el Sol, sin reloj, ni prisas, y olvidarse de este mundo cruel, y pensar en volver.

   Amanece, y buscas otra ruta, vuelves a llenar la mochila, tal vez otra amiga, el mismo paseo, pero está vez las manos se buscan, algo nuevo empieza a suceder, es increíble lo que uno siente cuando las manos se hacen un nudo que nadie puede deshacer, y llega la puesta de sol, y tal vez, en el siguiente paseo, ya empezará el amor.

   Que poco nos enseñaron, porque no los dejaron, a vivir la vida llena de amor.

   Todavía estamos a tiempo.

Salud, paz y amor.

 

Vicente de casa Salvador.

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