TODO TIENE SENTIDO

 

 Treinta días trae noviembre con abril junio y septiembre, veintiocho el mocho, y los demás treinta y uno.

 Estamos en el mocho, el mes rebelde, pues de vez en cuando, tiene veintinueve.

 No hace falta explicar nada.

  Lo importante es la vida, y hoy le decimos a la vida, aquí estoy otra vez, no me pongas zancadillas que no me rindo.

   Yo recuerdo cuando era joven, teníamos animales. Me llamó la atención las gallinas (pitas), el gallinero estaba encima del recinto (cubil) de los cerdos (gochos), y alguna noche sentías los ruidos de una gallina que se había caído al recinto de los cerdos, visto, y no visto, se la comían en un momento de descuido por su parte, es la ley de la naturaleza. Los gallos nos los comíamos nosotros, ley de la necesidad.

   Las gallinas, la inteligencia de los animales, el amor que sienten por sus descendientes.

   Un día cualquiera, faltaba una gallina, ninguna preocupación, nosotros todos los días recogíamos los huevos (guevos), que ponían las gallinas. Te dabas cuenta que aquella gallina que faltaba venía a comer con las demás gallinas, ni caso, un día aquella gallina venía con varios pollitos (pitinos). Ninguna sorpresa, la ley de la naturaleza, tú me quitas los huevos, yo me escondo para poner los huevos, después (gorar) y tener mí hijos.

   No le tenía miedo a nada, ni a nadie, a la hora de defender a sus hijos, si te acercabas, abría las alas y te atacaba.

   La ley de la naturaleza.

   El mundo está lleno de cerdos esperando que caigan las gallinas.

Salud, paz y amor.

 

Vicente de casa Salvador

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