Muy joven comencé a trabajar, faltaban pocos días para el sorteo de la lotería.
Tenía novia, se llama Sofía, teníamos proyectos, y compré lotería.
Al huerto la quería llevar, y decía, de huerto nada, cuando te toque la lotería.
Se celebró el sorteo, ni un real, que haya salud, decía, usando mi hipocresía.
Seis veces pasé por el quirófano, me dejó Sofía, y en el huerto donde la quería llevar, abrieron una cafetería.
Sigo con ilusión, ya habrá más Sofías… y volví a comprar lotería.
Vicente de casa Salvador
Comentarios
Publicar un comentario